
Podrían pasar mil años, podrían pasar varias lunas, tal vez soles pero créanme yo nunca dejaré de amarla. Les contaré como es que ella se volvió importante para mi.
Realmente no se como empezar, podría decir que ella es la mejor, pero sería generalizar. Podría decir que es mi mejor amiga, pero seria mentir. Ella no es mi mejor amiga, es mi hermana. A veces no hablamos todos los días, pero yo siempre pienso en ella. Probablemente no es perfecta para los demás, pero si para mi. Ella me vio reír y también llorar, gasto sus palabras y consejos en mi, y nunca me falló. Ella siempre esta ahí, no importa la hora, el lugar o lo que ella este pasando. No es egoísta, pues siempre me escucha. No es rencorosa, pues perdono mis errores. Cuando sentí miedo, ella lo desapareció. Cuando me rompieron el corazón, ella intento sanarlo. Cuando estoy triste, ella me pone feliz y cuando estoy feliz, ella se ríe conmigo. Mi dolor es su dolor, y el de ella también es el mio. Nunca se molesta cuando estoy de mal humor. Nunca me critica cuando hago las cosas mal. Nunca me hiere, aunque yo alguna ves lo haya hecho sin querer. Ella me escucha cuando no hay nadie que lo haga, ella es la única que me habla cuando todos ya se quedaron callados. Y si hay algo que no entiendo, es como algunas personas las han podido dejar ir.
Gracias por confiar en mi. Gracias por quererme como soy. Gracias por hacerme entender algunas cosas que no entendía. Gracias por crecer junto a mi. Gracias por entenderme. Gracias por apoyarme. Gracias por estar ahí. Pero sobre todo, Gracias por existir.
Se que no puedo agradecerle con palabras, tampoco con acciones, pues no me alcanzarían. Pero yo nunca la cambiaré por nadie, nunca le fallaré, y si en algún momento soy Mamá, desearé que mis hijos tengan una amiga como tú.
Lindo :3 <3
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