Podría empezar contando como fue nuestra historia,

queriendo cambiar un poco del final en mi memoria.

A ver si puedo al menos poner un poco de belleza

o imaginar que mis lágrimas son de alegría y no de tristeza.

Pero la realidad y sobre todo la verdad, es como es,

no es como esos juegos y chistes que contabas en la niñez.

La vida te da golpes que a veces no puedes soportar,

y sueles pensar que esos golpes pueden llegarte a matar.

Y antes de recordar que me causaste todo ese dolor,

suelo pensar que fuiste mi protector, mi único amor.

Aunque sólo protegiste mis recuerdos en una canción

y lo único que rompiste fue mi corazón.

Nunca te pedí poemas, cartas, ni nada de esas cosas,

a cambio sólo me enseñaste a querer las espinas sin recibir rosas.

Y aunque varias veces pensé en dejarte,

mi corazón no encontró a alguien como tú en ninguna parte.

Sé que ya no eres mio ni por casualidad,

ni piensas en mi cuando al parecer yo ya tengo esa habilidad.

Queriendo siempre encontrar una llamada tuya en el buzón,

olvidando un momento que tú ya encontraste hace mucho a otro amor.

Y quiero confesarte hoy, que yo ya no existo,

antes de que mis Te amo, se conviertan en Te necesito...