¿Donde esta mi amor? Pregunto sin respuesta hace mucho, cómo deje que las ganas de abrazarte todas las mañanas se me fueran de las manos, cómo deje que tu vida y la mía no siguieran entrelazadas como hermanas. Tienes que hacer lo posible por no volver a llamar, ya no te detengas a mirar, mi besos ya le pertenecen a alguien mas. Colocándote entre mis pupilas cada vez que te veo pasar, ¿cómo es que sólo te miro dos segundos y te quedas ahí hasta que mis ojos se cierran para soñar? No escuché cuando tenías frío, no miré cuando tu boca no hacía los mismos gestos que antes al hablarme, no comprendí que para amarme se te hacía tan fácil, y a mi tan complicado. ¿Cuándo dejaste de luchar por mi? No pretendo que entiendas mis razones o mis sentidos, tampoco ser la dueña de tus noches llenas de un llanto mas bien reprimido. Probablemente esto me duela más que a ti, ilógico para quien lo lea, cierto para quien lo escribe. Eres la víctima en este cuento, el que lucho con su cuerpo y alma por un amor que se descocía con el pasar de los días, el que lucho por los sueños que creía compartir con alguien, pero era él solamente quien los tenía. Aquí soy yo quien apago las luces, quien cambio la página de un libro lleno de recuerdos y de malos ratos que callaba en silencio para no ver como poco a poco, tenía más llanto del malo que del bueno, menos ganas de tus caricias que las de una piel ajena. Cuanto quisiera volver a ser la niña que se cubría con tu piel, la que se encariñó hasta con tus defectos, la que te escribía no cartas de despedida, sino de amor. Cuanto quisiera poder volver en el tiempo y remediar los errores que te causaron tanto dolor, cuanto quisiera seguir siendo la que te  busca sin pensarlo dos veces y no ésta qué te perdió. Pero te digo hoy, el tiempo no vuelve atrás. No puedo cambiar lo que ya pasó. Hace mucho dejamos de ser dueños de ese amor divertido, en un simple descuido pude abrir los ojos y darme cuenta, ya no éramos ni amigos.